Durante esta semana, hemos llevado a cabo las dos primeras sesiones del taller de ajedrez, actividad que queríamos hacer durante este verano, con el principal objetivo de enseñar a los niños y niñas del municipio de Abanilla a conocer este juego y poder realizar partidas entre sí.
Y lo cierto es que consideramos que ha estado bastante bien, pues el martes 13 en Mahoya estuvieron cuatro alumnos y en Abanilla el jueves 15 acudieron ocho. Desde aquí queremos agradecer tanto a Mavi, encargada de la Biblioteca Rural de Mahoya, como a Rocío, encargada del bar de la Asociación de Jubilados y pensionistas de Abanilla, por la colaboración en la organización de la actividad, pues en el fondo, tal como ya se ha visto, de lo que se trata es de crear una actividad y un entretenimiento para los niños y no tan niños, en estos días de verano.
Las clases iniciales las ha dado nuestro compañero Manolo Martínez, con la inestimable ayuda de nuestro presidente Salvador Sánchez. Una vez que los alumnos conocieron las bases del juego, como lo son el tablero, las piezas y sus diferentes movimientos, se procedió al juego en sí, que es donde surgen las dudas realmente y donde se llevan a cabo las diferentes estrategias de cada uno de los jugadores. En esta primera semana, las sesiones de hora y media han estado bien aprovechadas, con el aprendizaje teórico y luego la puesta en práctica. A partir de aquí, ya todo será jugar y practicar continuamente, que es como realmente se aprende, viendo experiencias y situaciones reales del juego.
Durante las próximas semanas, y a lo largo de este verano, seguiremos ayudando a los niños a conocer mejor este juego, y las reglas de los movimientos de cada pieza, que es lo que en algunas ocasiones más les ha costado a los jugadores noveles.
Recordamos que cualquiera puede apuntarse, tanto para aprender como también para ayudar a los niños en caso de que ya se sepa, pues el objetivo final es instruirles y formarles para que llegado el momento, ellos puedan jugar con la suficiente soltura entre sí mismos.
Hacer una actividad de este tipo, supone un aporte cultural en sí mismo, y también da un motivo más para llevar a cabo una actividad lúdica y formativa, que ayude a desarrollar la actividad mental y la estrategia, y en definitiva, que aleje a los jóvenes de posibles focos de entretenimiento de carácter nocivo o poco saludable. Y quién sabe, si al final conseguiremos hasta llegar a crear un club de ajedrez en el municipio, como los hay en la vecina ciudad de Orihuela, Santomera, o en otras localidades de la Región de Murcia.