El pasado 9 de noviembre de 2021, y tras los meses que todos habíamos tenido que pasar con el problema de la pandemia mundial del coronavirus, ACUNA llevó a cabo una actividad consistente en crear un bosque resiliente, que en cierto modo representase igualmente la capacidad que todos nosotros habíamos tenido para resistir y salir adelante tras dicho problema. La actividad había surgido como propuesta de Fina Santi Salar, dentro de las actividades organizadas por la Concejalía de Igualdad, y como uno de los modos de llevar a cabo el empoderamiento femenino. Tras recibir la propuesta inicial, y desde ACUNA nos pusimos manos a la obra para llevar a cabo el proceso matemático de ubicación exacta de los 55 árboles que iban a formar dicho bosque, de especies autóctonas regionales, y que tenían que estar a una distancia exacta unos de otros para que desde el aire se viera que formaban una espiral.
En la primera parte de la actividad de este día, se trató de recordar lo que se hizo en noviembre, y de limpiar de malas hierbas los huecos que había alrededor de los árboles, algunas de las cuales habían crecido más que los propios árboles. A continuación se trataba de colocar paja en dicho hueco y unas cañas para sujetar la paja, a fin de que no cayeran las simientes de nuevo en dicho espacio y no sólo no pudieran crecer más, sino que el árbol estuviera protegido y húmedo cuando se regara.
https://www.youtube.com/watch?v=bzQTvXqUhio
En el siguiente vídeo, se puede ver la actividad desde el aire, gracias a la grabación con el dron de Alejandro Ruiz Gómez.
https://www.youtube.com/watch?v=E2HvfAh1ZHo
Una vez finalizada la primera parte respecto del bosque en sí, pasamos a una segunda actividad, en la que se llevó a cabo un ritual de origen africano, para "limpiar" nuestros cuerpos y desear la mejor de las suertes a Adrián que próximamente contraerá matrimonio.
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